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El ser humano como ser social

Ser social  El hombre no nace siendo hombre, sino que se constituye como tal en la cercanía de otros seres humanos; es decir, en sentido estricto, el hombre no crece, sino que concrece -crece con- mediante un proceso de socialización y de una futura posible modificación de la cultura donde se proyecta su existencia. No hay posibilidad de ser hombre en la soledad absoluta; se es hombre en la convivencia, aunque ésta lleve consigo los problemas propios del estar con el otro o los otros, pero también la posibilidad de construir unas relaciones interpersonales cimentadas en el amor.
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El ser humano y la felicidad

La felicidad “El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”.  Sócrates  (470 a. C. - 399 a. C) Para el filósofo griego la  felicidad   no viene de recompensas externas o reconocimientos, sino del éxito interno. Al reducir nuestras necesidades, podemos aprender a apreciar los placeres más simples.

El ser humano y la muerte

La muerte  Platón afirmó que la filosofía es una meditación de la muerte. Toda vida filosófica, escribió después Cicerón, es una  commentatio mortis . Veinte siglos después Santayana dijo que «una buena manera de probar el calibre de una filosofía es preguntar lo que piensa acerca de la muerte». Según estas opiniones, una historia de las formas de la «meditación de la muerte» podría coincidir con una historia de la filosofía. Ahora bien, tales opiniones pueden entenderse en dos sentidos. En primer lugar, en el sentido de que la filosofía es o exclusiva o primariamente una reflexión acerca de la muerte. En segundo término, en el sentido de que la piedra de toque de numerosos sistemas filosóficos está constituida por el problema de la muerte. Sólo este segundo sentido parece plausible .

El ser humano como un ser personal

Ser personal El ser humano es un ser personal, un sujeto al que le son propias la racionalidad, la intimidad, la relación, así como la capacidad de hacer, de transformar el mundo y de hacerse, en el sentido de perfeccionarse en sus capacidades. Características que abren horizontes sorprendentes desde la perspectiva de las potencialidades del ser personal. Y será al final de su vida cuando queden definidas sus potencialidades realizadas o no. Infografía sobre Ser Personal

El ser humano como ser simbolico

Ser Simbólico  En esta ocasión, os queremos ofrecer una reflexión, breve pero consistente, sobre el carácter simbólico de los humanos, el lenguaje, el pensamiento, el significado que damos a nuestros actos y a la propia existencia. El ser humano es un animal simbólico, que busca sistemáticamente, de acuerdo con la etimología de la palabra (“simbalein”, poner todo junto) relacionar todas las cosas entre sí, dándoles un sentido o significado, como quien observa el aspecto figurativo de un tapiz mirándolo por el anverso, aún sabiendo que la imagen que se puede contemplar en ella es el efecto de un entramado de los hilos de distintos colores y tamaños que se entrecruzan con aparente desorden en su reverso. Este es el origen de las más diversas religiones, o, en su defecto, de los distintos sistemas filosóficos que intentan otorgar un significado compartido para la experiencia humana colectiva: de dónde venimos, a dónde vamos, qué valor tienen nuestros actos, có...

El ser humano como un ser libre

EL SER HUMANO COMO SER LIBRE  La causalidad no impide la libertad. Causalismo no es determinismo. Si la libertad radica en el hombre, el hecho de que radique en la voluntad (es decir, en la razón, en la inteligencia sentiente) hace posible que tal radicación sea consciente y voluntariamente asumida y dominada por uno mismo. No deja de ser curioso que la mayoría de las negociaciones de la libertad procedan de motivos extrarracionales. Por ejemplo, motivos religiosos: así, Lutero defiende que el hombre no puede ser libre si Dios lo es; para exaltar la omnipotencia de Dios, se recurre al aploastamiento del hombre. Ser libre